El desperfecto mecánico y el nerviosismo

Personalmente no me considero un experto en ciclismo, tampoco compito ni tengo una tienda, pero me gustan mucho y trato de saber tanto como puedo acerca de las bicicletas. En este espíritu de aprender de ellas, me he metido mucho en la cuestión de la mecánica y actualmente es muy raro que lleve mi bicicleta a servicio o reparación, lo hago todo yo mismo.

Aun así, soy humano y a veces la adrenalina y la impaciencia de seguir pedaleando gana, y me he visto imposibilitado de parchar una llanta, con las manos temblorosas y básicamente ahogándome en un vaso de agua.

De ahí, el siguiente consejo: si tienes algún desperfecto mecánico en tu bici, tomate un momento. Deja la bicicleta y respira, toma agua, siéntate, deja que tu corazón baje el ritmo y después analiza el problema. Verás que es mucho mas fácil de lo que parecía.

La lluvia y la bicicleta

Llegó la temporada de lluvia y con ella la famosa disyuntiva: ¿pedalear en la lluvia o no pedalear? Todos los que pedaleamos hemos llegado a esa encucijada, y a pesar de que las opiniones son divididas, todos se plantean la posibilidad de pedalear en la lluvia.

¿Es posible?
La respuesta es un rotundo SI, tomando las precauciones posibles y aceptando que esto va afectar el nivel de confort, teniendo en cuenta que la lluvia siempre presentara dificultades para circular por cualquier modo de transporte.

Antes de comenzar a enumerar las consideraciones del pedaleo en la lluvia, quiero hacer énfasis en un punto muy especial: El ciclismo bajo la lluvia es muy divertido y tiene cierto acento romántico / nostalgico que a muchos nos cautiva, pero, si por alguna razón no te sientes seguro o no te sientes cómodo al hacerlo, no lo hagas. El ciclismo se supone que debe ser divertido y no una práctica estresante.

Dicho lo anterior, procedo a explicar las consideraciones del pedaleo bajo la lluvia. En mi experiencia, he encontrado tres configuraciones generales para potegernos del agua: